La adiccion a las apuestas también como ludopatía puede comenzar de manera inocente, quizás un día cualquiera, con un grupo de amigos animándote a apostar unos euros al resultado de un partido de tu equipo. «Vamos, si ganan, nos vamos de cervezas». Poco a poco, lo que empieza como una diversión esporádica se puede convertir en una costumbre, y luego, sin apenas notarlo, en una necesidad. Apostar se transforma entonces en la manera predilecta de sentir emoción, de escapar o incluso de enfrentarse a los problemas diarios.
Causas de la Adicción a las Apuestas
La adicción a las apuestas, como muchas otras dependencias, no tiene una causa única, sino que es el resultado de varios factores:
- Uno de los más evidentes es el componente social; el entorno en el que uno se desenvuelve puede jugar un papel crucial. Si las apuestas son una actividad común y aceptada entre amigos o familiares, puede ser más fácil desarrollar hábitos de juego sin percibir los riesgos asociados.
- Además, la búsqueda de emociones fuertes es otro factor influyente; algunas personas tienen una predisposición a buscar nuevas sensaciones y experiencias intensas, y el juego puede proporcionar esa descarga de adrenalina que tanto ansían.
- Por otro lado, también están los aspectos psicológicos, como el manejo de las emociones y el estrés. Personas que experimentan altos niveles de estrés, ansiedad o depresión pueden recurrir al juego como una forma de escape, una manera de olvidar sus problemas o de sentir algún tipo de control en sus vidas, aunque paradójicamente, esto suele conducir a una sensación de pérdida de control aún mayor.
- Investigaciones sugieren que ciertas características genéticas pueden predisponer a individuos a comportamientos adictivos, incluyendo la ludopatía. La estructura y función del cerebro, y cómo este responde a las recompensas y los estímulos, pueden hacer que algunas personas sean más susceptibles a las adicciones que otras.
Y por supuesto el impacto de los juegos en línea, su accesibilidad, sonidos, colores, la cantidad infinita que existen de tipos de apuestas, la facilidad con que una persona puede apostar, la publicidad de gente ganando dinero en segundos, etc. Esto, combinado con sofisticadas técnicas de marketing que promueven activamente el juego, crea un entorno en el que es fácil para una persona vulnerable caer en la trampa de la adicción al juego.
Síntomas de la adicción a las apuestas
Uno de los primeros signos es el mas evidente, hablamos de la ansiedad por apostar y esto va en función de la frencuencia y la cantidad de dinero. Según se va incrementando pasa de ser una actividad ocasional a una necesidad, buscando siempre el recuperar o esa apuesta ganadora.
Otro síntoma claro es la obsesión por las apuestas, donde gran parte del tiempo la dedica a planificar la próxima jugada o a idear formas de obtener dinero para jugar. Incluso en conversaciones casuales, es posible que la persona desvíe el tema hacia las apuestas o experiencias relacionadas con el juego.
Es incapaz de reducir su actividad en el juego a pesar de que quiera hacerlo, es otro indicador preocupante. Muchas personas con ludopatía intentan varias veces dejar de jugar sin éxito, enfrentándose a una especie de retirada psicológica caracterizada por irritabilidad, inquietud o tristeza cuando intentan reducir la frecuencia o la intensidad de sus apuestas.
Oculta su comportamiento mintiendo sobre cuánto juega o los resultados obtenidos en las apuestas. Esto viene precedido de la vergüenza o el miedo de ser juzgado por esta actividad, sobretodo por la familia. Lo que suele conllevar al aislamiento social y a no disfrutar de las actividades mas allá de las apuestas.
Y para finalizar y es el síntoma donde ya no puede ocultar mas su adicción, es la quiebra financiera, la cual ocurre antes o después, la acumulación de deudas, la perdida de sus ahorros, no pagar los recibos o cometer actos desesperados como robar o realizar algún tipo de fraude.
¿Cómo Tratar la Adicción a las Apuestas?
Tratar la adicción a las apuestas requiere un enfoque comprensivo y multifacético. Lo primero es que la persona quiera ser tratada, lo segundo es saber en que punto está de la adicción. Aquí algunas estrategias y pasos que se pueden tomar para ayudar a alguien a superar este trastorno:
- Buscar ayuda profesional: es muy complicado salir solo de este tipo de adicciones, lo ideal es encontrar un experto como un centro de adicciones, donde puedas ser tratado de manera profesional. Bien sea con una terapia cognitivo-conductual o cualquier otro tipo adecuado para el caso.
- Unirse a grupos de apoyo: seguramente el propio psicólogo ofrecera esta alternativa cuando la persona vaya a consulta. Este tipo de grupos ofrecen un entorno donde compartir experiencias y aprender unos de otros, además te da la seguridad que no estás solo en la lucha.
- Dejar las finanzas a otro: es crucial tomar medidas para controlar y limitar el acceso al dinero, que es el medio fundamental para jugar. Esto puede incluir la entrega del control financiero a un tercero de confianza, establecer límites de gasto estrictos, o incluso cerrar cuentas de apuestas en línea y solicitar la exclusión de casinos y otros establecimientos de juego.
- Identificar y evitar estímulos desencadenantes: Comprender qué situaciones, emociones o actividades desencadenan el deseo de apostar es fundamental. Evitar estos disparadores y tener planes alternativos para manejar las situaciones estresantes o los tiempos de ocio puede ayudar significativamente.
- Vuelve a lo que te gustaba: hobbies o intereses que tenías antes del juego y por supuesto, que no estén relacionados con el, puede ayudar a llenar ese vacío. Actividades como el deporte, la lectura, el arte o el voluntariado pueden proporcionar satisfacción y una sensación de logro sin los riesgos asociados al juego.
- Entender su origen: entender la naturaleza de la adicción al juego y sus efectos puede empoderar tanto a la persona afectada como a sus seres queridos para manejar mejor la situación y buscar las intervenciones adecuadas.
La recuperación de la adicción al juego es un proceso que puede tener altibajos, y es importante recordar que las recaídas pueden ocurrir, pero no significan fracaso. Cada paso en el camino hacia la recuperación es una oportunidad para aprender y crecer. Con el apoyo adecuado y un compromiso firme, es posible superar la adicción y reconstruir una vida saludable y equilibrada.