
Decidir acudir a terapia de pareja puede ser un paso significativo hacia la mejora y el fortalecimiento de una relación. Aunque a menudo esta decisión suele ocurrir en muchas ocasiones demasiado tarde. Surge en momentos donde la relación se vuelve insostenible. Aquí y con la colaboración de Terapia de Pareja Móstoles vamos a resolver las dudas que le surgen a las parejas de cuando es necesario ir a terapia.
¿Cuándo ir a Terapia de Pareja?
Hay problemas que se pueden resolver sin la necesidad de ir a terapia y hay otros que van rompiendo los lazos de la pareja y deben ser tratados por un especialista. Para diferenciar entre ambos te dejo aquí los puntos clave por los que plantearse ir a consulta:
Una Comunicación Deficiente
El primer síntoma de que algo va mal en la pareja suele ser la falta de comunicación, con esto no me refiero a que ninguno se cuente cosas o que no se hable, sino la falta de profundidad en los temas, el hecho de no conversar sino esperar a que el otro acabe simplemente para responder, la frecuente malinterpretación de las palabras o intenciones.
Falta de Conexión Emocional
Otro síntoma que suele aparecer después de esto es la falta de intimidad o conexión emocional, no solamente hablamos de sexualidad, sino de contacto físico como caricias, besos, agarrar de la mano a tu pareja, etc.
Discusiones Continuas
Con la suma de los dos síntomas o motivos anteriores aparecen las discusiones, es casi inevitable que en la pareja existan ciertas diferencias, el problema es que en este punto estamos ya a la defensiva buscando el ataque o esperándolo ,ya que las conversaciones se han vuelto mas hostiles que agradables. Esto sucede porque los lazos se están debilitando y afloran mas los que consideramos defectos que cualidades.
Aquí sería el punto clave de ir a terapia antes de que la relación empeore y los vínculos se debiliten más, el problema es que no ocurre así, se intenta arreglar dialogando mas, teniendo mas intimidad durante dos semanas, y otra vez volvemos al punto de partida y aparece la resignación.
Resignación
La resignación es cuando sientes que no se avanza y que todo está igual, que la otra persona no va a cambiar y por ende tu tampoco o simplemente crees que no tienes que cambiar nada y en realidad debería ser así, debéis aceptaros como sois. Pero como aun queda ese pensamiento de que uno puede cambiar a la otra persona se sigue insistiendo en lo mismo, esto lo único que hace es producir un agotamiento mental que afecta al estado de ánimo de ambos.
Ansiedad
Estamos en el punto crítico de la relación, cuando aparece la ansiedad emocional provocada por tu pareja puede llegar a un punto de no retorno. Si una persona no quiere llegar a su casa porque se agobia, cuando la persona que está en casa esperando siente esa ansiedad porque su pareja está a punto de llegar, cuando ambas personas quieren estar fuera de su casa por no ver a su pareja, etc.
¿Cuáles son los Objetivos de la Terapia de Pareja?
Por si aun te surgen dudas de si la terapia de pareja puede ser lo mejor para tu relación, aquí te dejo que es lo que buscamos los psicólogos cuando una pareja acude a consulta:
Uno de los principales objetivos es enseñar a las parejas a comunicarse. Sí, ya se que hablar con la pareja se sabe, pero no me refiero al hecho de hablar sino mas bien de aprender a expresar necesidades, deseos y preocupaciones sin recurrir a críticas o confrontaciones destructivas y además de eso la habilidad de escuchar y empatizar con la pareja.
Se busca proporcionar a las parejas herramientas para manejar y resolver conflictos sin que los vínculos entre ellos se dañen. Es como una negociación donde se exponen las diferencias, se identifican los problemas y se llega a soluciones donde ambos deben estar de acuerdo.
Otro punto importante en la pareja es retomar esa intimidad emocional, como dije, no solo hablamos de sexualidad, sino recordar y mantener presente los motivos por los cuales se unieron inicialmente, en la mayoría de los casos con el paso de los años esto se olvida.
A veces, las personas no están seguras de sus sentimientos hacia la relación o su pareja. La terapia puede ayudar a explorar y clarificar estos sentimientos, lo que permite tomar decisiones informadas sobre el futuro de la relación.
Además de abordar problemas inmediatos, la terapia de pareja puede fomentar el desarrollo personal de cada miembro, así como el crecimiento conjunto de la pareja. Este enfoque puede ayudar a que la relación evolucione de manera saludable y adaptativa a lo largo del tiempo.
Ayudar a las parejas a navegar por crisis vitales (como enfermedades, pérdidas o cambios laborales) o transiciones (como convertirse en padres o enfrentar el «nido vacío») es otro objetivo clave. Estos eventos pueden poner a prueba la relación, y la terapia puede ofrecer apoyo y estrategias para gestionarlos juntos.
Si la relación ha sido dañada por infidelidades o rupturas de confianza, uno de los objetivos puede ser trabajar en la reconstrucción de la confianza y la reparación del daño.